España es el segundo país productor de ganado caprino
de la UE, con un 21 % del censo total, tras Grecia que
posee el 48,7% (Delfa, 2004). A pesar de ello, no existe en
nuestro país ningún distintivo o marca de calidad para la
canal y carne caprina, mientras que en Portugal, con un
censo que supone aproximadamente un tercio del español,
y una producción de carne que tan sólo representa el
13,9% de la española, tiene cinco Indicaciones Geograficas
Protegidas (Delfa et al. 2005). Se puede decir por lo
tanto que existe un gran desconocimiento de las razas caprinas
autóctonas españolas, y en especial de las de aptitud cárnica.